Angeli Seguela Arias Rivas fue capturada en un restaurante del barrio Modelo de la ciudad de Popayán después de ser delatada por uno de sus cómplices que fue detenido en flagrancia.
La Fiscalía aseveró que se formuló cargos contra la implicada como presunta responsable de extorsión agravada tentada.
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Inicialmente, las autoridades llegaron a la supuesta delincuente por una denuncia instaurada ante el Gaula por una de las víctimas.
“Recibió llamadas telefónicas amenazantes por una persona que se hacía pasar por integrante de la estructura criminal el Tren de Aragua y le exigía el pago de $50.000.000 a cambio de no atentar contra su vida y la de su familia”, señala la investigación.
Después de las llamadas se trazó una estrategia a través de un pago controlado de la extorsión. Se pactó la entrega del dinero en un establecimiento comercial. Allí los investigadores lograron la captura de la persona que recibiría el dinero, sin embargo, el aprehendido fue un menor de edad, mientras que la mujer continuaba en libertad.
Nuevas llamadas
Las llamadas continuaron y se hicieron más incisivas y agresivas porque la víctima recurrió a las autoridades.
“Se concertó la entrega, en un lugar cercano a la primera situación, siendo capturados dos presuntos extorsionistas, uno de ellos de nacionalidad venezolana, identificados como Luis Hernando Ramos Rivera y Luis Eduardo Briceño Padrón”, aseveró la Fiscalía.
Posterior a esa captura, Briceño Padrón delató a Arias Rivas como presunta integrante de la banda delincuencial y una de las personas que habría realizado algunas de las llamadas extorsivas, y luego fue detenida.
El director seccional de Fiscalías Cauca, Jesús Alfredo Hurtado, aseveró que ante la contundencia del material probatorio la implicada fue enviada a la cárcel por el delito ya mencionado y se sumó el de uso de menores para la comisión de delitos.
