La Compañía Energética de Occidente (CEO) y su Fundación Promigas aportan al progreso del departamento del Cauca a través de su iniciativa Manos al Campo Silvia y Caldono, enfocada en mejorar la calidad de vida de las familias caucanas e impulsar el desarrollo regional mediante la construcción de paz. En el marco del programa Comunidades Más Productivas, este proyecto ha beneficiado a 431 familias firmantes de paz en las comunidades de Silvia y Caldono, contribuyendo al desarrollo sostenible y la reconciliación en la región.
Durante el evento de cierre, titulado Manos al Campo Silvia y Caldono: Sembrando Paz y Cosechando Progreso, se llevó a cabo un conversatorio bajo el tema «Economía Social y Solidaria: Una Herramienta para la Construcción de Paz», donde expertos discutieron la importancia de estos modelos como pilares para el desarrollo territorial en zonas históricamente afectadas por el conflicto armado. Además, se presentaron los logros del proyecto, especialmente en el fortalecimiento de las capacidades socio-empresariales de la Alianza Coomep – Tacueyo.
Durante el desarrollo del proyecto, los participantes recibieron capacitaciones técnicas, administrativas y organizativas, se mejoró la infraestructura eléctrica, con la instalación de 880 metros de redes de media tensión que suministraran energía requerida para el correcto funcionamiento de dos unidades productivas: una piscícola en Vallenuevo (Silvia) y una porcícola en El Pital (Caldono). Estos avances permiten la producción de 6.244 kg/mes de trucha arcoíris, y se espera que al finalizar el año se logre la producción de 27.840 kg/mes de carne de cerdo, fortaleciendo la economía local.
Asimismo, el proyecto ha logrado acuerdos comerciales clave con Supertiendas Cañaveral para la comercialización de trucha arcoíris y con la empresa Goloso para la carne de cerdo, generando empleo en la región e impactando positivamente la calidad de vida de las comunidades.

María Nancy Trochez, miembro de Coomep, expresó: «Fue una experiencia especial porque creyeron en nosotros como cooperativa dentro del marco de la alianza con el territorio de Tacueyo. Para mí, fue gratificante adquirir conocimientos en temas contables y administrativos, y ahora puedo replicar este aprendizaje en nuestra cooperativa y compartirlo con otros miembros.»
Paola Ramos, Gerente de Asuntos Corporativos de CEO indicó “Manos al Campo es una respuesta integral; que además de mejorar los procesos productivos de nuestras comunidades, también busca empoderarlas, asegurando que los productores rurales cuenten con los recursos técnicos, conocimientos necesarios y un suministro constante de energía para impulsar su productividad, fortalecer su economía local, mejorar la sostenibilidad de sus proyectos y principalmente mejorar la calidad de vida en el campo.
Manuel Ramiro Muñoz, director instituto de estudios interculturales universidad Javeriana destaco que fue un espacio de articulación, de unión y es importante y determinante, juntar a la diversidad para la paz, además se renovaron confianzas que son claves para seguir construyendo y por último, indico todos salimos inyectados y cargados de mucha esperanza de nuestro país y región se está transformando con las actividades que realizan Ceo, su fundación Promigas y corporación social manantial.
Este proyecto ha demostrado que la inversión en el campo y el fortalecimiento de las organizaciones locales son esenciales para construir una paz sostenible en el Cauca. Gracias a los esfuerzos de la Fundación Promigas y CEO, las familias firmantes de paz de Silvia y Caldono han encontrado nuevas oportunidades para desarrollar sus comunidades y consolidar su futuro económico.
Manos al campo
En el marco del programa Comunidades Más Productivas, la Fundación Promigas, desde 2020, lidera la iniciativa Manos al Campo, con la que ha mejorado la calidad de vida de más 2.260 productores rurales en 8 departamentos del país. Este proyecto nace durante la pandemia como una solución para la seguridad alimentaria de las familias campesinas.
Con Manos al Campo, los beneficiarios reciben acompañamiento técnico, insumos para la adecuación del suelo, mejoramiento tecnológico a través de laboratorios de innovación participativa, inserción en cadenas de valor, entre otros beneficios que han llevado a que las unidades productivas agrícolas del programa Comunidades Más Productivas tengan un crecimiento en ventas promedio del 645%.
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