Por: Walter Aldana
Con el slogan bienvenidos al futuro, el presidente por encargo Cesar Gaviria, inicio (para Colombia) la implementación del modelo neoliberal aperturista que en los 90 campeaba por América Latina y cuyo inspirador fue el judío- Norte Americano Milton Friedman, ganador del premio nobel de economía en 1976.
La escuela de Chicago clamando para nuestro caso; la seguridad inversionista y el libre mercado, ahondo la brecha entre ricos y pobres.
Sustentado este modelo en la libre competencia y no intervención del Estado, comercio exterior abierto, competencia y no control del gobierno, así como libertad de precios, todo ello aplicado como plan de choque frente a una economía débil que acabó con la mayoría de la industria nacional y la agro industria compitiendo contra productos subsidiados por los países originarios.
Acompañada esta implementación de reformas como la laboral que cercenó las garantías de las y los trabajadores, a las horas extras, los recargos nocturnos, los dominicales, etc.
La reforma a la salud que creo entre otros adefesios las Eps y convirtió la salud en negocio, quitando el derecho humano a su acceso y prestación.
La reforma pensional, que ha venido quitando primas, y haciendo tributar cada vez más cerca y de manera progresiva a los bajos ingresos de quienes han aportado al crecimiento del país.
La reforma tributaria y en especial la del 2019 que hace el ahorro de impuesto por 15 billones a la industria y grandes ricos de la Colombia.
Entonces cual bienvenidos al futuro?, las y los jóvenes que hoy están en las calles saben que con la pandemia aumentamos 6 millones de pobres, que somos 42.5% de paisanos en la pobreza y que en la miseria ya se encuentra el 15 %, eso quiere decir para bajarlo de las frías estadísticas que de 50 millones de compatriotas, unos 23 millones de personas vive en la pobreza y unos 7 millones comen una o máximo 2 veces al día.
Y la soberbia del poder saca a la calle al Smad para que masacre, autoriza el ex presidiario capo de la mafia disparar, ocupa las ciudades con el ejército y en el colmo del desconecte con la nación amenaza con decretar la conmoción interior.
Los videos que en tiempo real ruedan por las redes sociales nos muestran la cruda realidad, mientras los grandes medios de comunicación, acomodando la notica pretenden hacer sentir más pesar por los pollos de engorde que por Las escalofriantes cifras: más de 30 asesinados (entre ellos un capitán de la policía), 963 personas detenidas, 548 desaparecidos, 28 víctimas de heridas en los ojos, 276 policías lesionados, 1.876 hechos de violencia ocasionados por la fuerza pública.
Realmente se metieron con la generación que sabe que no se pensionara, que por muchas maestrías y doctorados que haga sus honorarios no serán mayores a tres millones de pesos, que en Colombia la corrupción nos cuesta 50 billones de pesos al año, que el zar anticorrupción está preso por corrupto, que no existe gabinete gubernamental sino banda para delinquir, que el “alto” comisionado de paz es el vocero de los sectores guerreristas y como tal actúa, que es el mundo al revés.
Saben que la defensoría del pueblo nacional, la procuraduría, la contraloría y la mayoría de los magistrados de las altas cortes de la justicia son satélite ideológico y político del partido de gobierno.
Tienen en sus ojos la esperanza y la firme decisión de cambiar esto, en la movilización están convencidos de que para vivir dignamente hacen sacrificios.
Saben con algo de angustia también, que si no se preparan para cambiar el modelo de Gaviria, Uribe, Santos y Duque… no habrá futuro.