En las primeras investigaciones realizadas por Medicina Legal y la Fiscalía, se estableció que no hubo acceso carnal violento en el caso de Alison, la joven de 17 años que se suicidó luego de ser detenida por la Policía Nacional en Popayán.

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Las autoridades revisaron las grabaciones de la noche en la que fueron denunciados los hechos, incluidos los videos de las cámaras de seguridad de la URI, sitio donde de acuerdo a algunas versiones la joven había sido presuntamente abusada.  

Aunque el ente acusador descartó el abuso sexual, se realizan otras pruebas para establecer si hubo acto sexual abusivo, relacionado con tocamientos o conductas inapropiadas cuando era trasladada por los uniformados del Esmad.

También, se evalúa si hubo algún abuso de autoridad.

El caso se presentó el pasado 12 de mayo. Después de ser entregada a su abuela, la adolescente fue hallada sin vida al interior de una vivienda en el barrio El Uvo.

La Procuraduría abrió indagación preliminar contra policías por establecer por la presunta retención y agresión sexual a la menor.

En redes sociales fue difundido de manera masiva un video en el que se observa a la joven, cuando era trasladada a la sede de la Fiscalía por cuatro policías. En medio del forcejeo, la adolescente asegura que le están bajando el pantalón.

Antes de quitarse la vida, publicó un mensaje en su cuenta de Facebook en el que aseguró que “le tocaron hasta el alma”.

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El caso despertó indignación en todo el país, y al día siguiente de conocerse la denuncia se realizó una multitudinaria protesta que terminó con la destrucción de las sedes de Medicina Legal y la Fiscalía en Popayán. Un joven universitario murió en los choques con la Fuerza Pública.