El presidente Gustavo Petro anunció la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), citando como motivo la escalada de violencia en la región del Catatumbo, Norte de Santander. Según el mandatario, las recientes acciones del grupo armado, calificadas como crímenes de guerra, demuestran una falta de voluntad para avanzar hacia la paz.

“La suspensión del proceso es una respuesta a los hechos recientes. El ELN debe decidir entre la violencia y la paz con hechos concretos”, afirmó el presidente.

Entre los eventos denunciados se encuentran el asesinato de cinco firmantes del acuerdo de paz con las Farc, identificados por el partido Comunes, y una masacre ocurrida en la vía Tibú-Cúcuta, que incluyó la trágica muerte de un bebé de nueve meses. Además, el grupo armado está señalado de emitir amenazas contra Álvaro Jiménez, miembro del equipo negociador del Gobierno.

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El alto comisionado para la paz, Otty Patiño, subrayó la importancia de acciones claras para avanzar en el proceso: “A finales de este mes sabremos cuál será la definición del ELN respecto al camino hacia la paz”.

El Gobierno reiteró su compromiso con la búsqueda de soluciones pacíficas, pero enfatizó que cualquier avance depende de la voluntad del ELN para cesar los actos de violencia y construir confianza en el proceso.

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