Han pasado casi cuatro años y los familiares del subintendente Fabián Ordóñez Cansimance y el patrullero Víctor Manuel López Giraldo no han recibido respuestas contundentes sobre los responsables de su asesinato en Cauca.
Los uniformados murieron en la vereda El Recreo, corregimiento de Altamira, municipio de La Vega en el Macizo Colombiano. Inicialmente el hecho fue atribuido al ELN, pero la historia dio un giro y las investigaciones podrían implicar a sus compañeros de patrulla.
Comisión judicial
El 26 de junio de 2017, cinco policías, entre ellos Ordóñez y López, fueron enviados a Almaguer en una comisión judicial, para efectuar las labores de levantamiento del cadáver de un adolescente. En la ruta, se registró el doble homicidio.
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Horas después, las autoridades confirmaron la muerte de los dos uniformados, y reportaron que otros tres (un intendente y dos patrulleros) se encontraban desaparecidos, luego de una emboscada ejecutada por sujetos que permanecían a un costado de la vía y que les dispararon con fusiles.
En ese entonces, se confirmó que un hombre resultó herido, presunto integrante del grupo armado que se encontraba en la carretera.
Giro
Cuando las comisiones judiciales avanzaron en las investigaciones, empezaron a evidenciar que los testimonios aportados por los sobrevivientes, no coincidían con las evidencias técnicas y científicas recolectadas.
De esa manera, los investigadores construyeron una hipótesis de que este habría sido un hecho de “fuego amigo” o en el peor de los casos, una falla del servicio como consecuencia del dolo y la intención de sus compañeros.
Sucesos Cauca tuvo acceso a algunos de los informes presentados ante el sistema judicial como evidencia, que dejan entrever que pudo tratarse de un error operativo.
Uno de los documentos corresponde al informe del investigador de laboratorio perito en balística, en el que se estableció que en ningún momento los disparos realizados presuntamente desde el exterior del vehículo impactaron al interior de la camioneta en la que se transportaban, una Chevrolet D-max de placas CWH 326.
El reporte señala que todas las trayectorias de balística se determinaron en la procedencia postero-anterior, es decir, desde adentro hacia afuera.
Testimonios
En las entrevistas realizadas a los sobrevivientes, uno de los uniformados aseguró que los individuos que los abordaron en la vía dispararon indiscriminadamente contra el automotor y que los proyectiles impactaron de frente al conductor y el panorámico.
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Dicha versión, contrasta con los informes técnicos de los expertos en balística, que concluyeron que la trayectoria de los disparos fue de adentro hacia afuera.
Otro de los funcionarios narró que el día del ataque, estuvo escondido durante varias horas en una zona de vegetación, hasta cuando escuchó que lo llamaban por su apellido y salió a la zona donde lo buscaban.
En sus declaraciones, los uniformados aseguraron que hubo un combate con los presuntos subversivos, quienes previamente los habían adelantado en una motocicleta por el corredor vial por el que transitaban.
Desmovilizado del ELN
En los documentos obtenidos por este medio, también aparece el testimonio de un desmovilizado del Ejército de Liberación Nacional, ELN, quien corroboró que sí hubo ataque contra los uniformados de la Policía, y señaló que uno de los hombres de dicho grupo armado conocido como alias Panadero resultó herido.
Esperan justicia
Fabián Ordóñez era oriundo de Popayán, tenía 35 años y Víctor López, procedente de Manizales, Caldas, perdió la vida a los 27 años de edad. Aunque nada les devolverá a sus seres queridos, sus familiares, siguen esperando justicia.
Las autoridades no se han pronunciado respecto a los avances en la investigación por este hecho y las nuevas hipótesis trazadas.
Los tres uniformados que viajaban con las víctimas siguen vinculados a la Institución.
@carlosaceron