Voceros del Movimiento Autoridades Indígenas del Suroccidente Colombiano, AISO, afirmaron que, si bien el monumento fue trasladado para su restauración, no permitirán que retorne al emblemático Morro de Tulcán en Popayán.
Edgar Velasco, líder de las comunidades Misak, aseguró que este es un lugar sagrado que merece respeto y ratificó que todas las decisiones que se adopten alrededor del tema, deben ser abordadas en la subcomisión técnica creada con el Gobierno Nacional.
“Esta posibilidad no se contempla, porque se firmó un acuerdo que reza la restitución de la memoria colectiva territorial del pueblo Misak en el Valle de Puben, al mismo tiempo que es un patrimonio histórico y arqueológico, protegido por las normas nacionales e internacionales”.
Diógenes Patiño Castaño, docente de Antropología de la Universidad del Cauca, dijo que la estatua puede ser ubicada en otro lugar de la ciudad, debido a la importancia para la historia y el patrimonio.
Es de recordar que el monumento fue transportado en un helicóptero del Ejército hasta el cantón militar de la Tercera División, donde se instalará un taller para su restauración.
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El Morro de Tulcán permanece cerrado y custodiado por la Policía Nacional, mientras se surten los arreglos con autorización del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH.