El director de Séptimo Día, uno de los programas de periodismo de investigación con mayor rating en la televisión colombiana, contó detalles exclusivos de la adicción al alcohol que por poco acaba con su vida.
Manuel Teodoro Bermúdez es uno de los periodistas más respetados en el país. Nació en Estados Unidos con ancestros colombianos y filipinos.
Recientemente habló con María Elvira Arango, en el podcast de PorqueQuieroEstarBien.com, un programa de salud mental de la Fundación Santo Domingo, en el que reveló la manera en la que se fue adentrando en un mundo oscuro, al que no desearía regresar.
El origen del problema
El reconocido periodista atribuyó las causas de su adicción a la situación que vivió en su niñez, por cuenta de la juventud de sus padres, y la poca atención que tenían él y sus hermanos.
“No planearon el embarazo y por obligación los casaron, tenían 18 años (…) Los amo y los perdono, pero ellos no supieron cómo mostrar amor, no supieron cómo ser papás, ellos tenían sus propios traumas, eran seres humanos”.
Lea aquí: Denuncian el intento de secuestro de un bebé en Cajibío, Cauca
Teodoro insistió en que no es culpa de sus padres la manera en la que le criaron a él y sus hermanos, pero también admitió que la relación con sus papás, marcaron sin duda el camino que empezó a recorrer.
”Yo quería atención, el ser humano necesita ser escuchado, visto y aceptado, son necesidades básicas y yo quería eso”.
Separación
Con el paso del tiempo, el matrimonio de sus padres se fracturó, y la separación fue tan traumática, que según Manuel, hubo hasta secuestro de hijos, “un divorcio violento, mi papá nos llevó a Filipinas, dejó a mi mamá tirada en Colombia, eso fue muy duro, mi mamá se fue a Filipinas, nos buscó, no quiso quedarse, un divorcio de película”.
Tras el rompimiento, cuenta Teodoro, su padre empezó a vivir una vida de excesos y durante unas vacaciones con sus hermanos en Bogotá, se vio obligado a quedarse en Colombia.
“Mi papá no quiso que regresáramos a Filipinas, le pedí que por favor me mandara el tiquete y me dijo que no, él estaba feliz con su vida allá y mi mamá, Dios la bendiga, había encontrado una nueva vida aquí”.
El alcohol, su refugio
La inestabilidad emocional, lo llevó a buscar refugio en algunas sustancias, y se inclinó especialmente por el alcohol.
Aunque logró sacar adelante sus estudios de periodismo, poco a poco Manuel se adentró en el consumo, dice, para “sentir alivio”. Trabajó en Univisión y otros canales internacionales como CNN; alternaba sus tiempos entre laborar y beber licor. “Acudía los fines de semana al trago, y algo de drogas”.
El licor empezó a dominarlo y ya no podía dejar de tomar. «Tomaba, tomaba, tomaba y tomaba», dice Manuel, y recuerda la anécdota con un hombre que le vendía el producto, y quien le sugirió adquirir el vodka que acostumbraba, en botellas grandes, y no cómo las que solía comprar.
«Le dije: ‘no quiero hacer eso porque voy a sentirme que soy alcohólico’. Y me dijo, ‘pero tu eres alcohólico, ¿no sabías?'».
Alcohólicos Anónimos
En el año 2002, decidió ir a Alcohólicos Anónimos, «me acuerdo lo que sentí, fue como una especie de abrazo de humildad, me sentí chiquitico, y que había logrado algo muy importante. A partir de ese momento empecé a ir a grupos de alcohólicos anónimos».
A pesar de sus intenciones, no lograba dejar de tomar y sus periodos de abstinencia no superaban el mes.
«Hasta que un día, en diciembre de 2006, me la pegué con toda. Estoy vivo de milagro después de esa rumba… Esa noche toqué mi fondo, espantoso, recuerdo que parqueé mi carro, llegué a mi casa y me acuerdo que mi esposa Annie dijo: ‘No quiero que tus hijos te vean así, te estás muriendo… Es mejor que te vayas para un apartamento en el centro, si quieres te mando la plata para el trago».
Teodoro cuenta que su esposa ya no estaba ni siquiera enojada, lo que le impactó y lo llevó a buscar otras soluciones. «Hice algo que no había hecho, levanté el teléfono y dije ‘necesito ayuda'».
Se internó
Narra el periodista que a pesar de la soberbia que caracteriza a los alcohólicos, tomó la decisión de internarse. «Estuve 65 días y con un plan soporte de cuatro meses posterior, donde había que ir ya como externo todos los días».
Además: Un canino del Ejército murió en ataque atribuido a disidencias de las Farc
Entre otras, recuerda que por estar borracho, no asistió al nacimiento de su hija mayor. «Son momentos únicos que uno ya no puede repetir».
Hace 10 años, Manuel sufrió un infarto pero logró recuperarse. «Llevo 17 años limpio, ni un refajo», cuenta en la actualidad el célebre periodista, luego de vencer su adicción. La espiritualidad ha sido una de las herramientas principales en su proceso.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el alcoholismo es la tercera causa de muertes prematuras y de discapacidad en el mundo. Solo en Colombia, 2.5 millones de personas, un tercio de quienes consumen alcohol, está en riesgo de caer en la enfermedad.