Aunque no se han revelado detalles, en las últimas horas se confirmó que el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses practicó el “protocolo de Minnesota” en el caso de los cuatro jóvenes de El Patía, Cauca, asesinados en Policarpa, Nariño.
Este es el mecanismo que los forenses utilizan cuando existen sospechas de que las muertes fueron ocasionadas en medio de hechos en los que pudo participar algún agente del Estado, en las ejecuciones extrajudiciales conocidas en Colombia como “falsos positivos”.
A los cadáveres les realizaron una inspección preliminar en Policarpa, donde según el alcalde Jaime David Sánchez, los peritos establecieron que tenían heridas producidas con arma de fuego y múltiples lesiones por el impacto del vehículo, que cayó a un abismo.
En la sede de Medicina Legal en Popayán, los cuerpos fueron inspeccionados por un equipo interdisciplinario, conformado por patólogo, odontólogo y psicólogo forense, y funcionarios expertos en “rayos x” y balística.
Los informes de estas diligencias serán entregados a la Fiscalía, para el desarrollo de las pesquisas.
Los féretros fueron entregados a los familiares y llevados a El Patía, donde se efectuaron las honras fúnebres.
Los cuatro jóvenes identificados como Yulieth Mellizo, Daniel Paz, Julián Ortiz y Fabio Navia fueron reportados como desaparecidos el viernes 29 de enero, tras abordar un vehículo Montero, que fue encontrado en la vereda El Naranjo, corregimiento de San Roque, en Policarpa.
Varias hipótesis rodean esta masacre, y se investiga si una supuesta suma de dinero que transportaban los fallecidos fue hurtada.
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Las autoridades de Cauca y Nariño realizaron un consejo de seguridad interdepartamental para estudiar estos hechos y los que se presentaron en Roberto Payán, donde cinco hombres de López de Micay, fueron hallados en fosas comunes.