Luego de cuatro días de permanecer en el Palacio de los Deportes en la ciudad de Bogotá, las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes de la Minga del Suroccidente entregaron el escenario “impecable”.
Los manifestantes recorrieron 600 kilómetros desde El Pital, municipio de Caldono, epicentro de la protesta, hasta la capital de la República, donde buscaban que el presidente Iván Duque Márquez los escuchara.
Con la Alcaldía de Bogotá se acordó que cerca de 8.000 integrantes de las comunidades se quedaran en dicho lugar, en el que permanecieron hasta el miércoles 21 de octubre, día del Paro Nacional.
Antes de salir a las calles a apoyar la movilización, los manifestantes limpiaron el sitio donde se quedaron, lo que generó reacciones a favor en todo el País.
Las autoridades de Bogotá reconocieron que las acciones de la Minga son ejemplo de protesta pacífica y ordenada.
Luego de la manifestación, la Minga del Suroccidente regresó al departamento del Cauca y ahora evalúa las nuevas acciones que adoptará.