La multinacional Smurfit Kappa Cartón de Colombia reportó que más de 10 fincas forestales han sido invadidas de manera violenta por parte de comunidades campesinas e indígenas.

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Asimismo, denunció que a la fecha, se ha producido la tala de 43 hectáreas de árboles de pino y eucalipto, fuente de 15.000 metros cúbicos de madera legal para varias industrias.

Por otra parte, se presentó la quema de cinco hectáreas de bosque natural donde se había identificado 285 especies de flora y fauna, que servían de protección para el río Carrizal del que se abastecen de agua más de 1.000 familias.

También, fue reportada la destrucción de la plantación que alojaba dos estudios de investigación, cuyos resultados «eran invaluables» para la comunidad científica y académica del sector forestal a nivel nacional e internacional.

«Los actos ponen en riesgo 180 empleos en el municipio y amenazan la continuidad a la inversión social y económica».

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Las comunidades vienen exigiendo que el Gobierno Nacional compre dichos predios y se los entregue, asegurando que se trata de terrenos ancestrales.