Desde hace seis meses se habían trasladado desde el Eje Cafetero al municipio de La Unión, Nariño, para comercializar los helados y chococonos con los que obtenían el sustento para sus familias.

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Henry Antonio Díaz de 56 años y su hijo Jhoan Sebastián Díaz Bueno de 26, oriundos del departamento del Quindío, fueron hallados muertos en la vereda El Placer, corregimiento de San Joaquín, municipio de Mercaderes.

Los cuerpos tenían heridas producidas con arma de fuego, y el levantamiento fue realizado por la Alcaldía, ante la imposibilidad de trasladar funcionarios de la Policía y la Fiscalía, a raíz de la alta presencia de grupos armados ilegales.

Desde Armenia, los familiares pidieron apoyo a las autoridades para llevar los féretros a su lugar de origen.

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Por ahora, se desconoce la autoría del doble homicidio.